Trashumancia. La sierra soriana. Un legado etnológico y cultural.

Rehalas de Castilla con pastores de Soria,
Recíbenlo en sus pueblos, díscen del grand  estoria;
Tañendo las campanas en disiendo la gloria;
De tales alegrías no ha el mundo memoria.
        Arcipreste de Hita. (1283 - 1350) Libro de Buen Amor. 
AHPSo.
En el pasado, la riqueza de la Sierra. Una forma de vida que ha perdurado durante siglos y ha forjado un carácter. Intercambio cultural norte sur, durante el viaje y en las dehesas de invierno. 
Rebaños trashumantes. Pastores, caballerías, perros y la reina, la raza merina y su lana. Cada rebaño unas 1000 cabezas más unas 200 como pago en especie aparte del salario contratado, para el rabadán, los pastores y el zagal. Doble para el rabadán y mitad para el zagal. Juntas las del amo y los pastores, garantía para el amo de trato igualitario. 
Palacios blasonados, de apellidos hidalgos. Casas importantes en los pequeños pueblos serranos, para poder disfrutar de los pastos del común. Pasado glorioso y triste presente.

Llega octubre, comienzan a florecer los espantapastores o quitameriendas. Flores venenosas, que contienen alcaloides y evita comer el ganado. Las tardes acortan y se suprime la merienda del verano. Anuncian la llegada de los primeros fríos del otoño y es la hora de preparar el viaje con el ganado trashumante, a los pastos de los invernaderos del sur. Atrás queda familia y pueblo.
"Ya se van los pastores a la Extremadura, ya se queda la sierra triste y oscura. Ya se van los pastores hacia la majada, ya se queda la sierra triste y callada. Ya se van los pastores, ya se van marchando más de cuatro zagalas quedan llorando."
En los pueblos solo quedaran los viejos, las mujeres y los niños. Matriarcado poco reconocido durante la invernada. Crudo inverno en la sierra, invierno suave en el sur. Afortunados solo del tiempo, pastores trashumantes que la mayor parte de su vida trascurría  entre dos veranos, el verano de los agostaderos y el invierno/verano de extremos. 
Pastores instruidos. Leer, escribir y las cuatro reglas eran prioritarias. Hay que tener en cuenta que solo tenían contacto con los seres queridos  a través de cartas. Hasta los 13 o 14 años habían ido a la escuela. Si se ajustaban de verano era una vez finalizadas las clases. En extremos una obligación del mayoral era enseñar a leer y escribir al zagal.
Mansos, castrados carneros con esquilas en  el cuello. Sonidos de cencerros, guías del rebaño a los que las ovejas siguen. Nombres, voz,  silbido, pan o sal. Adiestrados. Imprescindibles en el traslado al sur, para pasar ríos, luego para llenar las jaulas, bien de trenes o camiones.
Careas hábilmente adiestrados y mastines con carlancas al cuello. Fieles guardianes del rebaño. Todos con nombre y protector, mimados por su importancia. A veces en uno de ellos el más fiero, y por amo el mayoral, escondidos bajo los pinchos lleva los billetes como si de caja fuerte se tratara.
Atrás quedaron las jornadas por cañadas y cordeles. Pasaron el desfiladero de Despeñaperros, la lobada y los ladrones. Pastos del sur, pastos de octubre a junio. 
Esquileo en abril o mayo, duro trabajo de la cuadrilla. Primero fue con tijeras, luego máquinas esquiladoras a manivela, y después, modernas maquinas eléctricas. Crisis económica y globalización. Españoles y recientemente Polacos, Rumanos y de Uruguay. Vellones, en otros tiempos el oro merino. 
La marca. Una vez esquiladas marcadas. La marca de pez normalmente letras coincidentes con el nombre o apellido del titular. Otras marcas aparte de tener carácter identificador, quizás también pudieran tener carácter protector. Marca que según la tradición heredaba el hijo menor, por ser este el último en abandonar la casa.
En la paridera ya se reflejaba la titularidad. Los cortes en las orejas, que son definitivos, y que se hacían al nacer los corderos. Se usaban ambas, para que se pudieran reconocer aunque fueran esquiladas.
En junio el retorno a los verdes pastos de la sierra. El reencuentro ansiado con los familiares y en ocasiones conocer a los hijos, engendrados en la anterior agostada. La mayoría de los nacimientos en estos pueblos serranos, se producían en los meses de febrero-marzo, nueve meses después de la llegada a los agostaderos. Encuentros que no pueden esperar más. En el "descansadero" de Garray,  donde el ganado se solía detener y en ocasiones pasar la noche. En otras ocasiones a la llegada al término municipal, donde estaban los "contaderos", número de cabezas que cada propietario podía meter a pastar.
Palabras y objetos en desuso. Carlancas puntiagudas defensivas. Esquilas para los guías, carneros y ovejas. Cordera, borrega, primala, borra, andosca, trasandosca. Gayata, zahones, polainas, peales, tapabocas, zumba, morral........... Cañadas Reales, cordeles, veredas, abrevaderos, descansaderos y contaderos. Quintos de la sierra. Salegares....
Sonidos ahora mudos. Balidos y cencerros al viento. Ladridos de careas y agudos de mastines. El rabel olvidado, coplas populares. Romances de tradición oral  pastoril: “La Loba Parda”. 
Imágenes borrosas en el recuerdo. Manchas blancas dispersas en la sierra entre la fina hierba. Rebaño en careo. Pastoreo hábilmente dirigido, silbidos, voces, piedras y careas. Manchas pardas rodeadas por la red, ovejas cerradas en la noche. Estiércol. Destacadas manchas verdosas en la corta primavera soriana, preludio de un nuevo reencuentro.
Recuerdos en la memoria de nuestros mayores, someros,  anticuarios y museos. (Museo Pastoril de Oncala.) Reconocimiento a una forma de vida. (Monumento al pastor trashumante en los Campos, escultura de Andrés Lasanta.) 
Durante unos pocos años más y hasta su desaparición definitiva, una iniciativa turística, turismo en Soria, turismo de Soria. Fiesta alterna de la trashumancia un año en Oncala y al siguiente en Las Aldehuelas, con actividades en fin de semana. Los dos últimos ganaderos trashumantes, apellidos del Rincón de Los Campos y Acero de Navabellida.
Rebaño descargado de camiones, en la estación de tren Soria-Cañuelo. Estación de tren sin trenes. Inicio de un viaje cruzando la ciudad, siguiendo la ruta de la Cañada Real Soriana Occidental, hacia Tierras Altas. Camino que la Mesta protegió. En las aceras espectadores, algarabía infantil y bastones soportando experiencia, viejos recuerdos del pasado. Destino tierras Altas, actividades de fin de semana. Incluso puedes ser pastor, tras el pago de una cantidad de dinero, y acompañar a los pastores y ovejas desde Soria a Tierras Altas.

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