Mostrando entradas con la etiqueta Vea. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vea. Mostrar todas las entradas

Me atraen esos edificios que se encuentran cerca de los cauces de los ríos, la mayoría de ellos en la actualidad, en estado ruinoso. Aceña o molino harinero de agua. 

Confieso que aunque ya cumplí los sesenta, no los he visto funcionar. Suelo preguntar por ellos a los más mayores, todos me hablan del papel tan importante que desempeñaban hasta mediados del siglo pasado. Aún recuerdan, los nombres o apodos de sus titulares y/o de los molineros, las distintas partes de que constaba o el proceso de molienda. Surgen los recuerdos, anécdotas y crónicas negras, o refranes: “De molinero cambiarás, pero de ladrón no escaparás”.

Una curiosidad, en las inmediaciones del pueblo de Fuentelárbol podemos ver ruedas de molino de cereal alineadas alrededor de una finca, es debido a la costumbre que existía en dicho pueblo de colocar una de ellas, por cada boda que allí se celebraba. Hace ya mucho tiempo que no se agrega ninguna.

Ha sido una necesidad ancestral el moler trigo y otros cereales, para la alimentación de personas y animales. El trigo para consumo humano, harina para hacer pan, un alimento de primera necesidad. El salvado, la cáscara del grano de cereal desmenuzada por la molienda, y la harina de cebada o centeno, mezclados con paja o berzas para los animales. Esa labor podríamos decir que se profesionalizó con el funcionamiento de los molinos harineros. Se cobraba en dinero o si era molino maquilero se percibía maquila por hacer la molienda. La maquila, la cantidad de grano o harina que se quedaba el molinero, el pago en especie por su trabajo.

Lógicamente, el número de molinos dependía de la población y sus necesidades. Siguiendo el título de esta entrada, enumeraré los existentes en la Comunidad de Villa y Tierra de San Pedro Manrique, a mediados del siglo XVIII. La fuente de información son las respuestas dadas, en los distintos pueblos, y reflejadas en el llamado catastro del Marques de la Ensenada.

Estas construcciones se edificaron en las inmediaciones del curso del río Linares (Oncala, El Collado, San Pedro Manrique, Vea y Villarijo), en su afluente el río Ventosa (Huérteles, Palacio de San Pedro y Ventosa de San Pedro) y en el Arroyo de la Canal, afluente del Ventosa, (Montaves), así como en el río Valdeprado, afluente del Alhama, (Valdeprado).

Los molinos existentes en ese momento eran:

Oncala. En el término de este pueblo hay un molino harinero de una muela, que muele de represa sólo tres meses al año, que es propio de Antonio Muñoz, vecino de este lugar, el que tiene arrendado Custodio Martínez por el que le paga de renta anual ocho fanegas de trigo, quedándole de utilidad al dicho Custodio Martínez al año, ciento veinte reales de vellón.

El Collado. Hay un molino harinero de una muela que muele en invierno de represa, que es propio de Don Juan Jiménez Barrio, vecino de el lugar de Oncala, el que tiene en arrendamiento Pedro Martínez, vecino de dicho lugar, por el que paga de renta al año doce fanegas de trigo común, que rebajada le consideran de utilidad al dicho rentero al año, ciento veinte reales de vellón.

San Pedro Manrique. En el término de esta villa hay seis molinos harineros de agua de una muela cada uno que muelen de represa, y uno que se halla cerrado hace algunos años; que éste y el que tiene arrendado Manuel Ximénez, vecino de esta villa, son propios de el mayorazgo que al presente obtiene y administra doña Ángela Sánchez Samaniego, viuda, vecina de esta villa, que por el que se halla andante paga de renta anual el susodicho treinta fanegas de trigo común, que bajada dicha renta regulan lo que da de utilidad a el año, a el nominado Manuel Ximénez, seiscientos reales vellón, y que si se arrendase el otro, que se halla cerrado, rentaría a el año veinticuatro fanegas de trigo común.

El otro pertenece a la capellanía que en la iglesia de San Martín de esta villa fundó don Francisco Blázquez Malo, vecino que fue de ella, para la Misa de Alba, el que tiene arrendado Domingo García, vecino de esta villa, por el que paga de renta anual treinta y tres fanegas de trigo común, que bajada regulan lo que da de utilidad anualmente seiscientos reales vellón.

El otro pertenece a la capellanía que en dicha iglesia fundó don Pedro Palacios, el que tiene arrendado Bernabé González, vecino de esta villa, por el que paga de renta anual veintiséis fanegas de trigo común, que bajada le quedan de utilidad cada un año cuatrocientos cincuenta reales de vellón.

Otro pertenece a don Melchor Rodríguez Carabantes, vecino de esta villa, el que tiene en arrendamiento Juan Antonio Ximénez, vecino de esta villa, por el que paga de renta anual veinte y cuatro fanegas de trigo común, que rebajadas regulan lo que da de utilidad a el año cuatrocientos reales vellón.

El otro pertenece a don Juan Manuel de Cereceda, vecino de esta villa, dos partes, otras dos a don Roque de Cereceda, vecino del lugar de Maya, jurisdicción de la de Yanguas y otra parte a la fundación de doña Ana de Camporedondo, vecina que fue de esta villa, el que tiene en arrendamiento Juan Ximénez, vecino de ella, por el que paga de renta anual veinte fanegas de trigo común a él respecto de cuatro fanegas cada parte, que rebajada regulan lo que da de utilidad anualmente quinientos reales vellón. 

Y el otro pertenece a la capellanía que en la iglesia de San Martín fundó el familiar don Martín Beltrán, vecino que fue de esta villa, el que tiene en arrendamiento Joseph López Garijo, vecino de ella, por el que paga de renta anual treinta y seis fanegas de trigo común, que bajada regulan lo que da de utilidad al año seiscientos reales vellón. 

Hay cuatro batanes, el uno cerrado sin uso, propio de la capellanía fundada por don Antonio Ximénez presbítero beneficiado de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Peña de esta villa. El otro es propio de Joseph del Rincón, vecino de esta villa, quien se lo administra por si. El otro pertenece a Ángela López del Prado, viuda vecina de esta villa, el que tiene en arrendamiento Manuel López de la Cuadra. Y el otro es propio de Ana María Sáenz de Rodrigañez, viuda vecina de esta villa, la que se lo administra por si.

Un lavadero para beneficiar y lavar lanas finas propio del mayorazgo que obtiene doña Ángela Sánchez Samaniego, viuda, vecina de esta villa, el que administra por si dicha señora.

Y un tinte propio del mayorazgo que fundó Jorge de Gante, vecino que fue de esta villa, y al presente obtiene dicha Ángela, el que tiene en arrendamiento Blas Ximénez, vecino de ella.

Vea. En el término de este lugar hay dos molinos harineros, que el bajero es propio del concejo y vecinos de ély lo tiene arrendado Juan León Rojo, su vecino, por el que paga de renta anual doscientos noventa reales de vellón, a quien bajada regulan lo que da de utilidad al año quinientos cincuenta reales de vellón. Y el otro que llaman de la media Legua, es propio de Diego León, vecino de este dicho lugar, quien se lo administra por si, en el que regulan quedarle de utilidad anual, mil y cien reales vellón.


VillarijoEn el término de este lugar hay un molino harinero que tiene y muele sólo con una muela de represa, que pertenece de seis partes dos a los beneficiados de la iglesia parroquial de San Martín de la villa de San Pedro, otras dos al capellán de la misa de Alba fundada en dicha iglesia, una parte a Josep López vecino de la expresada villa, y la otra parte a la Casa Santa de Jerusalén, el que está arrendado en doce fanegas de trigo común al año, que al molinero regulan quedarle de utilidad al año quinientos noventa y cuatro reales vellón.   

Huérteles. En el término de este lugar hay un molino harinero sito en el río de él, que tiene solo una muela y muele de represa en tiempo de invierno, desde el mes de diciembre hasta abril, propio de don Manuel de Balmaseda que administra por si, que regulan su utilidad al año en seiscientos reales vellón. Tiene un criado en el molino. 

Montaves. Hay un molino harinero que tiene solo una muela y muele de represa, propio de la capellanía que fundó Martín Beltrán, vecino que fue de la villa de San Pedro, que tiene arrendado Santiago Sánchez de Lara, vecino de ella por el que paga de renta en cada un año ocho fanegas de trigo, quedándole de utilidad al dicho Santiago anualmente ciento y cincuenta reales vellón.  

Palacio de San Pedro. En el término de este lugar hay un molino harinero de una muela propio de las ánimas de este lugar, el que hace dos años que no está andante, por haberse deteriorado y no tiene rentas para poderse reparar, y si se pusiera andante rentaría ocho fanegas de trigo común.

Ventosa de San PedroHay un molino harinero que tiene una muela y muele medio año de represa, y es propio su mitad de las ánimas de este lugar y la otra mitad de Juan Ignacio Hernández, Pascual Calvo menor, Marcos Calvo, Ángela Calvo, vecinos de este lugar, y de Juan Berdonces del de Palacio, el cual dicho molino lo tiene arrendado dicho Marcos Calvo, por el que paga de renta doce fanegas de trigo común al año, en el que le queda de utilidad al expresado molinero anualmente trecientos y veinte y cinco reales vellón. 

ValdepradoHay dos molinos harineros, que muelen cada uno con una muela. El primero es propio su mitad de Juan Esteban Ximénez y de la otra mitad, las dos partes de Juan Zamora y la otra de Juan Pérez Orte, todos vecinos de este lugar. Y el otro que llaman el bajero de Juan Pérez Orte, vecino de este lugar, los que se administran por si dichos dueños


Caminos de herradura para la movilidad de personas y mercancías, de un pueblo a otro vecino, o hasta la villa. Calzadas y puentes para llevar a los molinos los cereales de los pueblos cercanos. Caballerías cargadas de talegas con grano, recuas con ocho gavillas, de esparceta y en ocasiones de alfalfa, cuatro a cada lado en las artolas. Viajes de ida y vuelta.

Niños de los molinos, río arriba, van camino de la escuela de San Pedro Manrique, niños de la Media Legua se dirigen a la escuela de Vea. Viajes de ida y vuelta.

Interesante y necesario sería el desarrollar unos itinerarios por estos molinos de agua. “Molinos del Linares y sus tributarios” podría ser su nombre. Un complemento a la ruta ya existente de “Los pueblos abandonados”. Edificios y puentes, arquitectura serrana admirada, bello paisaje,  y caminos nuevamente transitados.


Si se adquiriera y recuperara, para utilidad pública, aunque sólo fuera un molino, si se pusiera en funcionamiento de forma ocasional, tendríamos un atractivo más para el desarrollo del turismo de la zona. Podría desempeñar, así mismo, una labor pedagógica y didáctica, un complemento para la educación y enseñanza, de las nuevas generaciones.


En próximas entradas hablaré de la molienda, de las partes del molino, de los que actualmente existen en el curso del río Linares y del estado en que se encuentran.

Vea, por fin te abandono,/con el presagio de que te estás muriendo./Ayer, un viento desagradable,/que no tenía nada que ver con la brisa,/barría tus calles, y helaba mis carnes,/que no tenían con quien compartir calor./Calles barridas por el viento frío, que me hace pensar como una preocupación más/la llegada del frío invierno, /demasiado,/demasiado espero para seguir aquí./Vea por fin te dejo,/como si todo estuviera escrito/en el destino, para que estuvieras sola”. (Libro de visitas. Más que brisa. Anónimo).


Esta vez había hecho el camino con sangre de su sangre, hacía muchos, muchos años que de allí había partido. Volvía otra vez al pueblo de sus raíces, presentía que ésta sería la última. La edad no perdona y el trayecto es largo, se decía. 

Durante el camino hablaba pausadamente y los suyos escuchaban en silencio. Beato o veato de nacimiento, orgulloso de su pueblo. Las imágenes y los recuerdos se agolpan en su mente. Tradición oral, usos y costumbres, canciones y refranes, fiestas, anécdotas y curiosidades de una juventud lejana. 

Habló de la Trinidad, la fiesta de primavera, con invitación por parte del ayuntamiento; del día del Corpus con zurracapote; de las “Machorras” la fiesta de los mozos, carne cocinada con el grano recogido; de días de carnaval; …

Habló de corrales para el ganado, de los de San Miguel, de Sansol (posiblemente antes fuera una ermita con advocación a la Virgen del Sol), del de Cullayo, del de Balbiano, ...

Acta general de recuento de ganados. Año 1935. Número de cabezas de ganado mular: 19, de ganado asnal: 20, de ganado lanar estante: 409 y de ganado cabrío: 200.

Corrales de San Miguel.

Habló de nombres y apodos; de la taberna y las viñas en la falda del castillo de Mamerto “el tío caracol”; del “piso”, los tres duros para una merienda de los mozos que se pagaban cuando había bodas; de la gallina que había que dar al cura por "bautizar y extender la partida”, … 

Habló, se sintió escuchado y revivió.


Cruzó el río por donde antes hubo un puente de madera, remangándose los pantalones y quitándose calcetines y zapatillas.

Puentes que unían, de madera o de piedra, para cruzar el Linares y los arroyos que a él desaguan. Puentes de los que en algunos casos sólo quedan los apoyos y otros se van degradando y se hundirán por el paso del tiempo y la falta de mantenimiento. 

Puente Lavadero.

Puente Ermita-cementerio.

Puente corrales San Miguel.

Puente camino Peñazcuena,

En el año de 1874. Acuerdos del Ayuntamiento constitucional de Vea. En la sesión del 4 de enero de 1874 “Se acordó hacer un puente en el río que pasa por este pueblo y traviesa que llaman Mingarra, por ser de gran utilidad tanto para las personas como para toda clase de ganado”. El secretario, Juan las Heras. El alcalde, Manuel Hernández.

Apoyo puente Mingarra

Pasó luego sobre el canal inclinado que conducía el agua a la balsa del molino harinero.

Era el molino municipal titulado “El Puente”. En el catastro del Marqués de la Ensenada, realizado en diciembre de 1751, nos decía: “Que en el término de este lugar hay dos molinos harineros, que el bajero es propio del concejo y vecinos de él, y lo tiene arrendado Juan León Rojo, su vecino, …. y el otro que llaman el de la Media Legua es propio de Diego León, vecino de ese dicho lugar, quien se lo administra por sí, …".

Molino harinero que es sacado a pública subasta en 1860. Venta de bienes nacionales. Bienes de Corporaciones locales. Propios. Urbana, Menor cuantía. Partido de Ágreda. Ayuntamiento de Bea. "Molino de un solo molar, sito en el pueblo de Bea y paraje que llaman las huertas de Arriba, procede de sus propios y lo lleva en renta Anselmo del Poyo por la anual según el inventario de 237 reales. Tiene una superficie 41 metros cuadrados. El cárcavo, acequia, piedras, rodezno, canal y demás enseres de dicho artefacto se encuentran en buen estado de conservación. Tasado por los peritos en 6.577 reales. Siendo rematado el 24 de septiembre por 10.500 reales a Calixto Cuesta vecino de Palacio".

Molino que con dinero del pueblo, siempre esfuerzo del pueblo, retornó a la titularidad municipal. Fue casa y medio de vida de familias, y al final de sus días compatibilizó la función de moler de día y dar fluido eléctrico al pueblo por la noche.

Recuerdos de un pasado no tan lejano. Harina para hacer pan y salvado para los animales. Alimento también para cerdos de engorde, esperando su San Martín. Tiempos de estraperlo, de actividad por la noche en la penumbra. Temor a la Guardia Civil "con los guardias civiles no tengo trato porque tienen bigotes como los gatos" y a las multas de la fiscalía por ocultación, compra-venta, circulación y/o molturación de cereales.

Había acabado la molienda. No era necesario cambiar las muelas, solamente debía repasarlas para poder seguir moliendo. Tiempos y trabajo al molinero le esperan. Va retirando la tolva de madera y el tambor octogonal que recoge la harina. A la cabria, esa media luna de hierro que servía para mover las muelas, engancha la piedra volandera. La retira y voltea para mostrar su cara moliente. Con manos sabias que da la experiencia comienza a repicar, la solera y después la volandera. Maceta de pica, piquetilla y el pico. 

Vida que vive y vida que muere. "Mujer ahogada. Comunica la Guardia civil de San Pedro Manrique que ha sido encontrada ahogada en el cubo del Molino titulado <El Puente> término municipal de Vea, la vecina Julia Martínez Pastor de 38 años, casada. Se supone se trata de un suicidio". (Noticiero de Soria 11 de octubre de 1926).

Se recostó sobre la puerta entreabierta, que custodiaba las ruinas, sacó un pañuelo de tela y secó las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas. 



Lentamente, apartando la maleza, siguió la senda que conduce a la fuente “del Molino”. Recordaba otras fuentes: la de “El Puerco”, también en el pueblo, con sus dos pilones bajos o la fuente “Merina” en el campo, a mitad de la ladera de Lado Frío.

Se detuvo frente a la puerta de la casa de la familia “Palacios León”. Se acordaba del libro de visitas que allí existió. 

Contenía mensajes de recuerdo, esperanza o desesperación de los descendientes y visitantes del lugar.



Escrito en el libro figuraba un deseo: "Primera reunión masiva de la Asociación de “Hijos de Vea y Peñazcurna”, alrededor de 150 personas. Esperemos que la próxima vez nos podamos acercar por la pista forestal y poder acondicionar algo más algunas casas. José Luis Palacios”.

La Asociación se había constituida en 2005 y se registró en 2006, siendo sus fines: 

- Restauración de Vea y Peñazcurna, en la actualidad pueblo deshabitado situado en el término de San Pedro Manrique (Soria).

- Lograr que Vea y Peñazcurna sean habitables. 

La historia del pueblo de Vea corre pareja a su agregado Peñazcurna, así como la del Molino de la Media Legua. 

La pista, otra vez la ansiada pista. Una injusticia consumada en el tiempo que llega hasta la actualidad. "Así mismo nos indican que, en muchos casos los propios alcaldes de los Ayuntamientos de estos poblados no quieren ofrecer o mejorar expectativas en unos núcleos en los que sería costoso llevar y mantener los servicios urbanos en igualdad de condiciones que en las localidades grandes".

En una hoja en blanco, durante una de las primeras visitas, él también había escrito un mensaje. Eran unas palabras de recuerdo ante el olvido, reproches ante el saqueo, lamentos ante la desidia, un grito ante tanto abandono por parte de las administraciones.


En silencio ascendió, ayudándose de su bastón, llegó hasta la era de pan trillar donde se detuvo. Recostándose sobre la pared de piedra seca, con su hueco para guardar la bebida en días soleados de trilla o en los ventosos, cuando se separaba el grano de la paja. Fijó la mirada en su iglesia, en Nuestra Señora de los Remedios. La espadaña huérfana resistía sobre el campanario arruinado, la techumbre caída desde hacía tiempo. 

Hubo una campana y un campanillo, la campana grande y la campana chica, que desaparecieron sin saber cómo. Tal vez camino de una fundición, de dueño avaro, o a una nueva parroquia. Yugo en el suelo y bronce fundido para obtener cobre y estaño o tal vez re-colocada, pues como dice un descendiente: la campana de la ermita del Hospital de Calahorra, tiene el mismo sonido de la de Vea.

Sacó el pañuelo de tela y se enjugó las lágrimas.

Las catorce dovelas del arco de medio punto, de la puerta para acceder a la iglesia, habían sido labradas y numeradas por el cantero. Unas piedras con números romanos para un lado, otras con caracteres arábigos para el otro, así no existiría duda en su colocación. Sobre el yeso aún  distinguió mensajes, unos antiguos que el tiempo va borrando y otros nuevos. 



El retablo mayor se va desmontando, en el pueblo ya nadie habita. Unas fotos previsoras se hacen, para luego poder volver a montarlo correctamente. Sobre tres mulos va cargado, en artolas o serones. Ascienden lentamente hasta Buimanco, para continuar su viaje en furgoneta, por la pista de Taniñe a Villarijo, hasta la villa de San Pedro Manrique. Movimiento en la cartilla de su parroquia por la venta. La furgoneta a tierras catalanas se lo lleva.  

Ya no se canta a la Virgen de Vea, que se encontraba en el retablo, mientras el campo florece.

Dulcísima Virgen/del cielo del cielo delicia/la flor que te ofrezco/ recibe propicia.

Benéfico hiere/lumini lumínico rayo/el sol que engalana/las flores de mayo.

Es el mes de María/es el mes de su amor/¡O familia querida! Cantemos con fervor”.

La pila bautismal, bajo las escaleras del coro estuvo. Una concha de bautizar también hubo, agua bendita en el sacramento para el inicio de la vida cristiana.  

Foto María José Moreno.
 

La nieve cubre los campos. La muerte no espera. La campana de la parroquia suena anunciándola. La tierra sagrada espera el cuerpo. Los caminos están infranqueables y el tránsito se hace imposible, ni con caballerías. Y el carpintero Cipriano Hernández está en San Pedro, tiene hechos casi tantos pequeños ataúdes blancos como marrones. La parroquia, como otras de tierras altas, tiene su ataúd comunal. Es de madera recubierto con una chapa de zinc para limpiarlo mejor, una vez utilizado. En él se trasporta al difunto de casa a la iglesia, misa de funeral. Y después, sobre andas hasta el cementerio, enterrándolo directamente en el hoyo previamente excavado. Erguida una lápida de mármol blanca, cruz de madera o hierro para el recuerdo. El ataúd al coro de la iglesia vuelve. Ataúd desaparecido, se dice, se comenta que está …

Hablan de él y de Vea en el Programa Milenio 3 emitido el 7 de octubre de 2006 sobre pueblos abandonados (a partir del minuto15,50 y hasta el 29,25), con un mini-reportaje sobre los despoblados de la provincia de Soria y sobre las leyendas de todos los despoblados de España. https://www.ivoox.com/pueblos-abandonados-audios-mp3_rf_220817_1.html

Foto José Pascual

Una imagen plasmada en la memoria, sólo una imagen queda en el recuerdo. Un cuadro de unos 60 cm colgaba de la pared. Estaba representado San Lucas evangelista, el patrón de Vea. La fiesta mayor del pueblo, el día 18 de octubre, actos religiosos y baile en la era de las losas. Del cuadro de la fe y advocación nada se sabe, dónde andará. Y los objetivos religiosos, y la reja de hierro delante del altar mayor, …Venta y expolio del patrimonio, viajero a otros lugares. 

Al fondo el esqueleto de la ermita-cementerio y más arriba los restos del castillo. El castillo de “Los Moros” donde la leyenda situaba el pueblo inicial y que a causa de las víboras fue abandonado y construido en su ubicación actual. Piensa que fue en este castillo de Vea donde permaneció raptada doña Blanca por el moro Yacub-Aben-Said, según la leyenda de doña Blanca y don Nuño recogida por Gervasio Manrique Hernández y también recopilada por Florentino Zamora Lucas.

https://guiadesoria.es/patrimonio/leyendas-de-soria/2003-blanca-y-don-nuno.html

Antorchas encendidas en los cuernos de la cabrada para hacer pensar a los moros que estaban bien defendidos. Lirios de la reina en la falda del castillo, llamados así por haber vivido en él una reina. Pisada del caballo de Santiago, Santiago Matamoros y la leyenda santiaguista.

Pisada caballo de Santiago.

Descendió hasta la plaza y se paró en quicio de la puerta de los “maestrazos”, frente al edificio, ahora casi en ruinas, donde estuvo el ayuntamiento y la escuela. Papeles y documentos allí quedaron, papeles esparcidos que los visitantes se llevaron, papeles para encender hogueras. Cerró los ojos, le pareció escuchar las deliberaciones del concejo, le pareció escuchar voces del maestro y los niños.

En un viejo cuaderno con letra caligráfica figuraba: escuela de ambos sexos de Vea. Curso 1934 a 1935 y 1936. Maestro Interino: Mariano Martínez López (un año en ella).

Niños: Avelino Giménez, Eusebio Giménez, Jesús Giménez, Juan Hernández, Toribio Hernández, Teodoro Hernández, Aurelio León, Silvio León, Pascual Palacios, Manuel Ruperto, Hermógenes Sáenz, Tiburcio Calvo (Peñazcurna), Eloy Giménez (Peñazcurna), Félix Giménez (Peñazcurna), Ildefonso Giménez (Peñazcurna), Nicanor Martínez (Peñazcurna), Félix Pérez (Peñazcurna) y Luciano Pérez (Peñazcurna).

Niñas: Cándida Giménez, Esperanza Giménez, Guadalupe Giménez, María Jesús Giménez, Antonia Hernández, Francisca Hernández, Nicolasa Hernández, Paula Hernández, Piedad Hernández, Cristina León, Florencia León, Francisca León, Josefina Marqués, Eusebia Pérez, Nicolasa Pérez, Paulina Calvo (Peñazcurna) y Cesárea Martínez. (Peñazcurna).

Pupitre escuela Vea 2022

Elecciones de Compromisarios. Relación de concejales y contribuyentes para las elecciones de Senadores.

Concejales: Prudencio Hernández, Domingo Pérez, Prudencio Hernández. Julián Hernández, Emeterio Hernández, José Hernández, Félix Jiménez y Antonio Jiménez.

Contribuyentes: Faustino Marqués, Marcelino León, Casimiro Palacios, Eulogio Jiménez, Pedro Pascual, Francisco Jiménez, Francisco Hernández, Fernando Jiménez, Celedonio León, Martín Hernández, Calixto León, Domingo León, Faustino León, Domingo Palacios, Escolástico Fernández, Matías Hernández, Vicente Hernández, Victoriano Pérez, Benito Jiménez, Pablo Hernández, Pablo León, Antonio Hernández, Esteban León, Victoriano Jiménez, Pablo Sáenz, Tomas Hernández, Hilario Hernández, Domingo Jiménez, Ignacio Pérez, Pascasio Pascual, Nicanor Martínez y Cayo Pérez. (BOP de Soria de 26 de enero de 1931).

Fachada lateral ayuntamiento y escuela

¿Cómo ha sido posible tanto expolio, si hasta allí nunca llegó ni carretera, ni pista?

Sacó el pañuelo de tela, se enjugó las lágrimas y lo guardó en el bolsillo. Sacó nuevamente el pañuelo y enjugó sus lágrimas.