Morón de Almazán (Soria). Plaza Mayor. Torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.

A trece kilómetros de Almazán, siguiendo la carretera CL-116 en dirección a Monteagudo de las Vicarias, se encuentra Morón. Villa venida a menos, como se dice por aquí.
Si, villa por privilegio otorgado por el Rey Don Fernando IV y la Reina Doña Constanza de Portugal, su mujer, a los moradores de la Muela de Morón. “Por facer mucho bien y merced á los homes buenos que agora moran y moraren de aquí adelante en la Muela de Morón, que solía ser Aldea de Almazán, y por mucho servicio que nos ficieron y facen, y porque haya cobro de los males y de los daños que en esta guerra de los moros enemigos, y porque tomaron y tienen la nuestra causa, de que murieron Gonzalo Fernández y sus hermanos, y guardando el nuestro servicio” “Otorgámosles que sean villa sobre si de aquí en adelante, y que non hayan los de Almazán sobre ellos jurisdicción ni otro derecho alguno en ningún tiempo”. La fecha de concesión posiblemente sea en la era de mil trescientos cuarenta y dos años, es decir el año mil trescientos cuatro de la era cristiana.
Ahora Morón de Almazán, para no confundirse con otros Morón de España.
Villa Castellana que por su rico patrimonio e historia merece la pena conocer. En la cima el cerro del castillo, vigía, muela privilegiada. Restos sepultados de un pasado muy lejano. La lucha de la intolerancia entre cristianos y árabes, la lucha por el poder entre castellanos y aragoneses. A su falda y resguardadas del viento frío del norte, las casas. Aunque hay otro Morón, nuestros pasos ascendentes se dirigen a su bella plaza Mayor. Un conjunto arquitectónico y artístico único. Elementos interesantes, tiempo suficiente e imaginación, amigo viajero. Un ejemplo de la conservación del patrimonio, patrimonio como recurso turístico.
De diseño escalonado motivado por el desnivel del terreno, facilita su contemplación. Están presentes los monumentos correspondientes a los estamentos de poder en la época medieval. Preside la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, le sigue el palacio señorial de los Hurtado de Mendoza y en primer plano el antiguo Concejo. El Rollo, la picota, el lugar público donde se ejercía Justicia. Y su fuente inaugurada en febrero de 1901,dos grandes pilones abrevaderos, dos caños y surtidor de adorno y las aguas sobrantes al lavadero cubierto con dos estanques uno para lavar y otro para aclarar. Pueblo agrícola y ganadero, pueblo en aquel momento con más de novecientos habitantes. Otros tiempos.
Llama poderosamente la atención la torre, hablamos de la torre plateresca de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en cuyo interior en un bello sepulcro reposan los restos de algunos señores de Morón, sus benefactores.
Torre de planta cuadrada, de piedra sillar con un excelente trabajo de cantería. Consta de cuatro cuerpos, siendo el inferior macizo.
En la fachada principal en el segundo cuerpo, destaca una ventana enmarcada por dos columnas, con las jambas y el dintel exquisitamente decorados y coronada por una concha de Santiago, sujeta por dos ángeles.
En el tercero, en su lado izquierdo, el escudo de los Hurtado de Mendoza en honor de Juan Hurtado de Mendoza “el ciego” (cadena, la banda y las diez panelas en los francos), casco con airones, el león y los cuernos representando la abundancia.
En el lado derecho el escudo con las armas de Leonor del Río Salcedo, segunda mujer de Juan Hurtado, que era viuda de Bernardino de Arellano (tres flores de lis y las olas; cinco panelas y cinco luceros de seis radios).
En el centro la esfera de un reloj de sol. Sobre el reloj, una cartelera con la siguiente inscripción, transcrita: “EN EL TIEMPO DE LA SANTIFICADA CESAREA CATOLICA MAGESTAD DEL EMPERADOR DON CARLOS El MAGNANIMO, SIENDO DON JUAN HURTADO DE MENDOZA SEÑOR DE ESTA VILLA, SIENDO CASADO CON DOÑA LEONOR DE RIO, MANDÓ HACER ESTA TORRE. ACABOSE EN CUATRO DE SEPTIEMBRE DE EL AÑO 1540.”
Encima las armas reales de España con Carlos I: “las columnas de Hércules y el lema Plus Ultra”(las dos columnas representan los dos montes que separaban el estrecho de Gibraltar, el monte Abila en Ceuta y el Peñón de Gibraltar) El lema latino Plus Ultra (más allá) rodeando las columnas, hace referencia al nuevo mundo. El águila bicéfala con las alas extendidas, que sujeta la cartelera, es la marca heráldica que simboliza la unión del Sacro Imperio Romano Germánico con la monarquía española, bajo la dinastía de los Austrias.
En el cuerpo superior se abren tres vanos, que albergan las campanas, están separados por columnas y arcos de medio punto algo rebajados.
En la fachada occidental, en el segundo cuerpo, vemos en un medallón la imagen de Juan Hurtado de Mendoza “el ciego”, señor de Morón.
En el tercero, una ventana enmarcada por dos columnas que sostienen el dintel y coronado por una bella flor de lis.
En el cuarto se encuentra el campanario, se abren dos vanos y hay un balcón semicircular, que curiosamente no da la plaza.
Recrea la vista en los bellos frisos, que separan los cuerpos. Verás, esos leones alados mirándose o esos otros grifos contrapuestos.
Contempla la cornisa y otros detalles. Los dos leones que con sus garras se abren la boca y parecen burlarse de ti, colocados sobre el primer friso. Los escudos heráldicos, aunque muy deteriorados, de sus mecenas en el segundo friso.
Detén tu mirada en las diez gárgolas y la bella crestería que hay sobre la cornisa, realizadas con posteridad, en el año 1571 por Diego del Castillo.

De manera anecdótica te contaré que el 23 de febrero de 1935, un huracán arrancó parte de esta crestería. Al tener conocimiento del hecho, Don Antonio Zozaya hijo adoptivo de Soria en ese momento, publica el 2 de octubre de 1935, un artículo en “Mundo Gráfico” titulado: La ignorada torre. En él describe el pueblo, su iglesia, sus gentes y exalta la belleza de su torre reclamando la actuación de los poderes públicos para su reparación. En noviembre de 1935 la Junta Superior del Tesoro Artístico Nacional, concede 10.000 pesetas para la consolidación de la Torre de la Iglesia parroquial de Morón.
Ya en 1916 en su libro Solares de Hidalguía “AGUILAS Y LEOPARDOS” nos habla de Morón de Almazán, y como no, de su torre. “Y es una torre firme, hermosísima, señorial. Son sus proporciones armónicas; su ornamentación, delicada y sobria; esbelta y delicada su reciedumbre” “Pero la torre se despedaza, y parece esperar inmóvil el definitivo acabamiento, la irremediable ruina en que truéquense en polvo, con la cruces de los Camarasas, las águilas caudales de Carlos V”.
El 18 de abril de 1923 don Antonio publica en MUNDO GRÁFICO, una crónica: El ejemplo campesino. Artículo escrito como consecuencia de la inauguración de las escuelas. “el pueblecito cuyo recuerdo le conmueve es Morón de Almazán adonde la abuela, la madre y la esposa fueron por deberes de sumisión y en donde lloraron al despedirse, conmovidas de ternura y gratitud” “Pero al volver alguien observo que la histórica torre del tiempo del Rey Emperador, bajo la cual duermen sueño de piedra los primeros marqueses de Camarasa, agrietaba sus labradas cornisas. ¿Qué hacer para evitar la ruina de su querido monumento? La honrada administración de la villa agotó sus ingresos en la construcción de la escuela, pero se abrió una subscripción. Se acordó escribir a los herederos de tan alto linaje, recordar al ministro de Gracia y Justicia el expediente dormido desde hace más de un año y pedir ayuda al cronista, que, a titulo adoptivo, cives sorianus est , y a mucha honra”
Gracias don Antonio.

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