La Sierra III. (Provincia de Soria). La Villa de San Pedro Manrique y su Tierra.


En próximas entradas desarrollaré, desde una visión personal, la riqueza de la Sierra. Una forma de vida que ha perdurado durante siglos y que ha forjado un carácter. Un legado etnológico y cultural que está o ha desaparecido. 
La trashumancia era su gran riqueza. La Mesta, organización ganadera fundada en 1273 y abolida en 1836, fue el instrumento para su desarrollo. La organización política con Concejos y la Justicia y Regimiento de la Villa y su Tierra. Su organización religiosa con sus cuatro parroquias; San Juan, San Miguel, La Virgen de la Peña  y San Martín de Tours. Los ritos, las costumbres y el folclore. 

Las Comunidades de Villa y Tierra se constituyeron a lo largo de los siglos XI y XII en las tierras que los cristianos reconquistaron a los musulmanes. Una vez recuperado el territorio era necesaria su repoblación. Se conceden fueros y privilegios para conseguirlo. Son organizaciones políticas, administrativas, judiciales y militares.

La reconquista de este territorio soriano se inició bajo el reinado de García de Navarra en el siglo XI, fue repoblada fundamentalmente por navarros. Debido a la orografía del terreno son pequeños asentamientos ganaderos. En 1076 pasaron a depender de la corona de Castilla.
Durante el reinado de Juan I de Castilla, por merced real de 18 de octubre de 1383, el señorío de San Pedro de Yanguas y su tierra seria dado a don Diego Gómez Manrique. Donación perpetua de la villa de San Pedro, con sus aldeas, vasallos, términos, rentas y jurisdicción, y con la facultad de nombrar escribanos, de disponer de aquella villa, él y sus herederos, según su voluntad. Pasa de Realengo a ser territorio de Señorío.
En 1464 cambia su antiguo nombre de San Pedro de Yanguas por el actual San Pedro Manrique al adicionarle don Pedro Manrique de Lara, futuro primer Duque de Nájera, el apellido familiar Manrique.
Perteneció a la Diócesis de Calahorra-Santo Domingo y al partido judicial de Agreda. En la actualidad y desde las reestructuraciones judiciales y eclesiásticas en el año 1956, pertenece al partido judicial de Soria y desde el punto de vista de la Iglesia Católica, al obispado de Osma-Soria.

San Pedro Manrique.

Con anterioridad a la actual organización municipal, la villa de San Pedro Manrique y su tierra, las veinticinco aldeas, formaban un único Ayuntamiento, articulado en cuatro sexmos y cuatro parroquias.
Siguiendo el Censo de Población de la Corona de Castilla del año 1594. La capitalidad era la  “Villa” de San Pedro, tuvo muralla, rollo jurisdiccional y un fuerte castillo, tan sólo quedan dos torres de flanqueo en el acceso al recinto y  algunos lienzos entre las ruinas. Conservan algunas puertas y arcos adosados a la muralla.
San Pedro Manrique. Ermita Virgen de la Peña.

En el “Alfoz” tres aldeas dependían de sus autoridades municipales: Acrijos, Buimanco y Fuentebella.
Acrijos.

Cuatro eran los “Sexmos” en los que se integraban las veintidós aldeas restantes.
Sexmo de Guerteles (Huérteles): Ventosa, Rabanera, Palacio, Las dos Guerteles (Huérteles), Horcajo, Fuentes, Tañene (Taniñe) y Montaves.
Las Fuentes.

Sexmo de Carrascales: Sarnago, Valdeneguilla (Valdenegrillos), Val de Prado (Valdeprado), Castillejo, Val de la Villa (Valdelavilla), Matasejún y El Molino. No aparece El Vallejo.
Sarnago.

Sexmo del rio Bea: Molino de Bea, Peñascuerna ( Peñazcurna), Villarijo, Valdemoro y Armejún.
Vea.

Sexmo de Oncala: San Andrés, Oncala, El Collado y Nava-bellida.
Oncala.

Permaneció en la provincia de Soria con la división territorial de 1822 y la posterior  de Javier de Burgos de 1833. Como curiosidad decir que en el Diario de las Sesiones de Cortes, sesión 5 de enero de 1822. “Se acordó que se tuviese presente la discusión sobre rectificación de límites de las provincias una exposición de las villas de San Pedro Manrique y Yanguas, y 50 pueblos que las rodean, manifestando los perjuicios que les resultarían si se les comprendiese en la provincia de Logroño, y pidiendo su continuación en la de Soria, a la que pertenecen”.        
Algunos se lamentan hoy de tal decisión. Se lamentan del olvido de los poderes públicos durante tantos años. De la falta de interés e inversiones que hacen que la sierra sea un desierto verde. Que las comunicaciones, motor de desarrollo, hayan sido y sean en determinadas zonas tercermundistas. Que no se escucharan las peticiones de los alcaldes de estos olvidados pueblos. Que no se comunique mejor la zona con la vecina Logroño.

Diversos avatares han sufrido las Comunidades de Villa y Tierra durante todos estos años. Un ejemplo lo tenemos en el Real Orden de 31 de mayo de 1837, por el que fueron suprimidas  las Juntas o Ayuntamientos Generales de Universidades de Tierra. "En 8 de Noviembre último se comunicó por este Ministerio al Jefe político de Soria la Real orden que sigue.- He dado cuenta a S.M. la Reina Gobernadora del expediente instruido a consecuencia de las exposiciones hechas por Calixto Fernández y Luis Valero, en representación de la Universidad de la tierra de San Pedro Manrique y por los alcaldes de los pueblos de la jurisdicción de Caracena, en solicitud de que se suprima la Junta encargada del gobierno municipal de aquella, y que sus individuos y los del Ayuntamiento general de ella cesen en el ejercicio de sus funciones. …..    
1º Que se supriman las Juntas o Ayuntamientos generales de Universidades de tierra de San Pedro Manrique, Caracena y cualquier otra de esta clase que se halle establecida en esa provincia."

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