Ciudad de Soria II. San Francisco de Asís y San Juan de Rabanera.

Con el tic tac de las campanas de la iglesia de San Francisco de Asís continuamos nuestra ruta. Hasta allí nos encaminamos, estamos en las inmediaciones de la dehesa boyal.
Paseo de invierno en obras, carasol diurno y  paseo nocturno de botellón. Vejez y juventud. Palomas al vuelo y cigueñas en campanario. Vuelo corto y vuelo largo hasta San Blas. Si, tienen los campanarios de Soria sus cigüeñas, don Antonio.
 
Si, se irán esos jóvenes. Si, quedaran nidos vacíos. Primero como antiguamente en la Sierra, temporalmente tristes y oscuros. Formación para un futuro incierto. En esta Soria sin oportunidades  y en un mundo globalizado, para la mayoría su proyecto de vida estará lejos de la tierra que les vio nacer. Luego  y con seguridad volverán en vacaciones a esa su Soria idealizada. Quizás alguno vuelva o quizás vuelvan cuando sepan que hay cosas que ya no podrán hacer.
Atravesamos el umbral de la nueva puerta del antiguo convento. Pasado y futuro. Cuestionemos las palabras engañosas y de moda, "realmente"y "como no podía ser de otra manera". Hechos y no palabras, amigo.  

Iglesia conventual que en 1971 se convirtió en la parroquia de San Francisco de Asís.
Hoy nos detendremos a observar el retablo mayor de su capilla pentagonal. Renacentista de la escuela castellana, que fue realizado en 1597 por Gabriel de Pinedo
¿Ves en su hornacina al santo de su advocación?, San Francisco de Asís. 
Observamos el resto del retablo inquilino. Escenas de la vida y milagros de ese otro santo, San Nicolás de Mira o de Bari, santo de marineros y niños en Navidad.
Nos dirigimos por esa calle de Caballeros, apellidos de los Doce Linajes, palacios y casas señoriales con escudos.
Nuestros pasos se detiene ante la institución provincial. Estatuas en bronce de una provincia. Ilustres sorianos del pasado, ocho vidas así recordadas. 
Frente a ellos está la Iglesia de San Juan de Rabanera. Allí está resistiendo al tiempo. Románico del XII restaurado y modificado por los siglos.
La recorremos lentamente por el exterior, belleza para admirar.  
"Es San Juan de Rabanera mi joya codiciadera. Soria mía en ella apura Su más clara arquitectura. Primorosa, rubia, exenta, Cuentos de siglos me cuenta. ...". Gerardo Diego.

Nos detenemos en su actual portada, potada transferida. Tímpano y bellos capiteles con escenas de la Pasión y Resurrección del Mesías y de la vida del San Nicolás.
Tímpano con obispo bendiciendo, mitra y báculo pastoral. Clérigos con libros sagrados e  incensario. Acompañantes con candelabros. Distinta altura de los personajes representados, distinto escalafón social o necesidad motivada por el  espacio físico bajo el arco.
La ruta se interrumpe, pero continuará.  

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